martes, 24 de abril de 2012

Recuerdos. Todo se reduce a recuerdos.

Cada momento, cada experiencia, cada lágrima, cada sonrisa, cada caricia, cada alegría, cada desengaño, reducido únicamente a simples recuerdos que al final acabarán siendo olvidados como tantos otros.
Algunos quedarán grabados en la memoria para la posteridad, sin embargo, otros como esos pequeños detalles que hacían que un día valiera la pena, esas pequeñas tonterías que te podían alegrar la vida en sólo un momento acabarán enterradas en la memoria.
Al principio me sentía vacía por perder inevitablemente ese trocito de mi vida, pero poco a poco ese vacío se va rellenando por momentos, experiencias nuevas, por detalles tontos del día a día, que hacen que empiece a dejar de echar de menos personas y experiencias pasadas para dejar paso a otras nuevas.
Y aunque sé que ciertas personas y experiencias las recordaré siempre, por mucho que nos distanciemos, su vacío ya está empezando a ser ocupado por otras nuevas, que están creando otro trocito de mi vida; y me hacen sonreír, me aportan alegría y pruebas suficientes para saber que cada día merece la pena; y ¿por qué no? Que quizás provocarán lágrimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario